Emprendimos el camino, yo por lo menos, sin saber muy bien por donde arrancar. Empecé la carrera porque me gustan mucho los niños, porque me parece que no hay nada más bonito que "regar una planta y verla crecer". Educar, sin duda, es ir regando cada día esa plantita, nuestros niños, e ir viendo su evolución día a día. Es increíble la capacidad del ser humano en los primeros años de vida, y me parece asombroso esa "esponja" innata con la que nace: de todo se acuerdan, todo lo observan, todo lo miran... Es esa curiosidad y esa inquietud la que cambió mi camino, y gracias a La Salle estoy descubriendo (¡y lo que me queda!) que sin duda, hice la mejor elección al elegir estudiar Educación Infantil.
En relación con esta asignatura, decir que es curiosa la manera de pensar en general que existen en casi todas las escuelas. Los métodos que, por ser más "fáciles" o por tenerlos ahí, se utilizan, sin tener en cuenta otros que, o por requerir más trabajo por parte del maestro o por ser "más novedosos", se dejan de lado. El desconocimiento, el impedimento o la desganada de innnovar con otros recursos y otras maneras de hacer nos llevan a una monotonía en el método y en una enseñanza de la lectoesritura que empobrece precisamente su aprendizaje. Gracias a esta asignatura he conocido distintas formas de enfocar este aprendizaje, con métodos globales, fonológicos, mixtos y constructivistas, entre otros. Ya no es tanto enseñar letra a letra, repetir y repetir hasta la saciedad, sino motivar a los niños, mostrarles a través de nosotras mismas, de modelos, cómo se escribe, cómo leemos... incentivarles a que ellos hagan lo mismo siempre que quieran, asociar estos aprendizajes a cosas que les gusten y les motiven, siempre desde una perspectiva la cual ellos ya conozcan y, así puedan relacionar lo nuevo con lo anterior, de tal forma que el aprendizaje resulte SIGNIFICATIVO. No hay mejor aprendizaje que el que tienen algo que ver con el niño, que le gusta, le motiva, le incentiva... y lo haga en base a algo que él ya sabe, experimentando.
Me quedo también con la variedad de materiales que nos has enseñado. Soy novata en esta tarea tan compleja y preciosa que es educar y, de momento, no tengo hijos, por lo que sólo he conocido cómo me enseñaron a mi y, aunque yo tengo un buen recuerdo, reconozco que existen materiales muchísimo más atrayentes y llamativos para los pequeños que, además de enseñar, les hacen disfrutar: el libro juguete, los pictogramas, los libros que ellos mismos elaboran en clase de, por ejemplo, marcas que conocen, etc. Admito que seguiré esta línea porque me ha encantado y, además, he visto cómo surte efecto con los ejemplos que hemos visto en clase. Sé que requiere más esfuerzo por mi parte e igual en algunos sitios no me dejen "innovar", pero está en mi mano mejorar la calidad de la enseñanza de mis niños y siempre que sea posible, así lo haré.
Fomentar el amor por la lectura, por la escritura... en ellos es algo innato que quieren hacer, imitar de sus padres, de su maestra... pero nunca obligarles a ello o hacerles del aprendizaje algo rutinario y aburrido... Hay que enseñarles a amar lo que hacen, solo así se estará generando un aprendizaje signifivativo y duradero.
“El verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar, no soporta el modo imperativo." Jorge Luis Borges.